Tuesday, February 25, 2014

The blue bird Charles Bukowski

The blue bird

hay un pájaro azul en mi corazón que
quiere salir
pero yo soy demasiado duro con él,
le digo, estate ahí dentro, no voy
a dejar que nadie 
te vea.

hay un pájaro azul en mi corazón que
quiere salir
pero yo derramo whisky sobre él e inhalo
el humo de los cigarrillos
y las putas y los camareros
y los dependientes de ultramarinos
nunca saben que
él está
ahí dentro.

hay un pájaro azul en mi corazón que
quiere salir
pero yo soy demasiado duro con él,
le digo, estate ahí abajo, ¿es que quieres
hacerme un lío?
¿quieres cargarte mis
obras?
¿quieres arruinar las ventas de mis libros
en Europa?

hay un pájaro azul en mi corazón que
quiere salir
pero yo soy muy listo, solo le dejo salir
algunas veces por la noche
cuando todo el mundo está dormido.
Y digo, sé que estás ahí,
así que no estés triste.

entonces lo vuelvo a guardar,
pero él canta un poco
allí dentro, no le he dejado
morir
y dormimos juntos
así
con nuestro
pacto secreto
y es lo suficientemente hermoso
para hacer a un hombre
llorar, pero yo no
lloro, ¿lo haces
tú?

Charles Bukowski
(The Last Night of the Earth Poems, 1992)



Charles Bukowski Fuera de los brazos de un amor...

Fuera de los brazos de un amor...

fuera de los brazos de un amor
y ya en los brazos de otra.

me he salvado de morir en la cruz
por una dama que fuma marihuana
escribe cantos y cuentos,
y es mucho más amable que la última,
mucho mucho más amable,
y su sexo es tan bueno o mejor.

no es placentero ser puesto en la cruz y dejado ahí,
más placentero es olvidar a un amor que no
cumplió
como todo amor
finalmente
no perdura...

más placentero hacer el amor
en la playa en Del Mar
en la habitación 42 y después de todo
sentado en la cama
tomando buen vino, hablando y tocando
fumando.

escuchando las olas...

he muerto muchas veces
creyendo y esperando, esperando
en una habitación
contemplando un cieloraso agujereado
esperando la llamada, una carta, un golpecito, un sonido...

volviéndome salvaje adentro
mientras ella bailaba con extraños en clubes nocturnos...

fuera de los brazos de un amor
y ya en los brazos de otra
no es placentero morir en la cruz,
más placentero es escuchar tu nombre susurrado en
la oscuridad.

Charles Bukowski

Friday, February 21, 2014

XAVIER VILLAURRUTIA Cuando la tarde cierra sus ventanas remotas...

Cuando la tarde cierra sus ventanas remotas...

Cuando la tarde cierra sus ventanas remotas,
sus puertas invisibles,
para que el polvo, el humo, la ceniza,
impalpables, oscuros,
lentos como el trabajo de la muerte
en el cuerpo del niño,
vayan creciendo;
cuando la tarde, al fin, ha recogido
el último destello de luz, la última nube,
el reflejo olvidado y el ruido interrumpido,
la noche surge silenciosamente
de ranuras secretas,
de rincones ocultos,
de bocas entreabiertas,
de ojos insomnes.

La noche surge con el humo denso
del cigarrillo y de la chimenea.
La noche surge envuelta en su manto de polvo.
El polvo asciende, lento.
Y de un cielo impasible,
cada vez más cercano y más compacto,
llueve ceniza.

Cuando la noche de humo, de polvo y de ceniza
envuelve la ciudad, los hombres quedan
suspensos un instante,
porque ha nacido en ellos, con la noche, el deseo.

XAVIER VILLAURRUTIA

Tuesday, February 11, 2014

Pablo de Rokha. El viajero de sí mismo

El viajero de sí mismo:

Voy pisando cadáveres de amantes
y viejas tumbas llenas de pasado,
cubierto con cabello horripilante
del gran sepulcro universal tragado.

Acumulo mi yo exorbitante
y mi ilusión de Dios ensangrentado,
pues soy un espectáculo clamante
y un macho-santo ya desorbitado.

Mi amor te muerde como un perro de oro,
pero te exhibe en sus ancas de oro.
Wínétt, como una flor de extranjería.

Porque sin ti no hubiera descubierto
como una jarra de agua en el desierto
la mina antigua de mi poesía.

Pablo de Rokha. 

CHARLES BAUDELAIRE. Las Muchedumbres

Las Muchedumbres

No a todos les es dado tomar un baño de multitud; gozar de la muchedumbre es un arte; y sólo puede darse a expensas del género humano un atracón de vitalidad aquel a quien un hada insufló en la cuna el gusto del disfraz y la careta, el odio del domicilio y la pasión del viaje.

Multitud, soledad: términos iguales y convertibles para el poeta activo y fecundo. El que no sabe poblar su soledad, tampoco sabe estar solo en una muchedumbre atareada.

Goza el poeta del incomparable privilegio de poder a su guisa ser él y ser otros. Como las almas errantes en busca de cuerpo, entra cuando quiere en la persona de cada cual. Sólo para él está todo vacante; y si ciertos lugares parecen cerrársele, será que a sus ojos no valen la pena de una visita.

El paseante solitario y pensativo saca una embriaguez singular de esta universal comunión. El que fácilmente se desposa con la muchedumbre, conoce placeres febriles, de que estarán eternamente privados el egoísta, cerrado como un cofre, y el perezoso, interno como un molusco. Adopta por suyas todas las profesiones, todas las alegrías y todas las miserias que las circunstancias le ofrecen.

Lo que llaman amor los hombres es sobrado pequeño, sobrado restringido y débil, comparado con esta inefable orgía, con esta santa prostitución del alma, que se da toda ella, poesía y caridad, a lo imprevisto que se revela, a lo desconocido que pasa.

Bueno es decir alguna vez a los venturosos de este mundo, aunque sólo sea para humillar un instante su orgullo necio, que hay venturas superiores a la suya, más vastas y más refinadas. Los fundadores de colonias, los pastores de pueblos, los sacerdotes misioneros, desterrados en la externidad del mundo, conocen, sin duda, algo de estas misteriosas embriagueces; y en el seno de la vasta familia que su genio se formó, alguna vez han de reírse de los que les compadecen por su fortuna, tan agitada, y por su vida, tan casta.

CHARLES BAUDELAIRE.

VOLTAIRE. 1694-1778. frases

Buscamos la felicidad, pero sin saber dónde, como los borrachos buscan su casa, sabiendo que tienen una.

Una colección de pensamientos debe ser una farmacia donde se encuentra remedio a todos los males.

Sólo es inmensamente rico aquel que sabe limitar sus deseos.

Yo no estoy de acuerdo con lo que usted dice, pero me pelearía para que usted pudiera decirlo.

Siempre la felicidad nos espera en algún sitio, pero a condición de que no vayamos a buscarla.

La idiotez es una enfermedad extraordinaria, no es el enfermo el que sufre por ella, sino los demás.

La esperanza es una virtud cristiana que consiste en despreciar todas las miserables cosas de este mundo en espera de disfrutar, en un país desconocido, deleites ignorados que los curas nos prometen a cambio de nuestro dinero.

VOLTAIRE. 1694-1778. Seudónimo de François Marie Arouet. Filósofo y escritor francés.

Juan Gelman Ausencia de amor

Ausencia de amor

Cómo será pregunto.
Cómo será tocarte a mi costado.
Ando de loco por el aire
que ando que no ando.

Cómo será acostarme
en tu país de pechos tan lejano.
Ando de pobrecristo a tu recuerdo
clavado, reclavado.

Será ya como sea.
Tal vez me estalle el cuerpo todo lo que he
esperado.
Me comerás entonces dulcemente
pedazo por pedazo.

Seré lo que debiera.
Tu pie. Tu mano.

Juan Gelman 

PACO BENAVIDES (Ecuador) XVI

XVI

Pero qué sé yo en este momento
apoyado a la barra de este bar
de esta ciudad escandalosa
y clara
sinuosa
si no fuera porque nos gusta
hablar a ti y a mí sobre todo
lo mortal:
esta señorita que se aleja
y se disipa (y la seguimos más allá
por donde vaya redimidos)
esta cerveza tú sabes
sutil que nos embala
o estas voces hablando del instante:
hablando en blanco
volando
en círculos
cayendo de tumbo en tumbo fue entonces
cuando la percibimos
más alta que su prestigio
la Novia venía con su espumoso vestido
te das cuenta como si nunca
la hubieras poseído poblada
por nuestra lenta tímida cosmogonía.

PACO BENAVIDES, San Gabriel 1964-Ginebra 2004


Aritz Gorrotxategi SI EL HILO SE AGOTA EN LA MANO

SI EL HILO SE AGOTA EN LA MANO


Un instante en la corteza espacio-temporal, dos pasos de una habitación a otra, un abrazo a ti, a los niños… Un paréntesis oscilando entre el verano y el invierno, sin tiempo para decir adiós. La vida se escurre pensando en lo que somos, y la muerte es una larga línea sin ti, demasiado larga para distinguir el comienzo del fin.



Eso es lo que me sobrecoge, no lo otro. La noche es oscura, ya lo sé; la oscuridad no es abrumadora por ser oscura. Tú eres el otro extremo, el hilo, y si no hay en esas negras orillas un hilo hacia ti, un camino, si no lo hay y todo ha acabado, yo, tú, el mundo… Me habré extinguido no por haber muerto, si no porque tú has muerto para mí, nada más empezar…

Un instante en la corteza espacio-temporal, y la muerte es lo de menos si se agota el hilo en la mano. 

Aritz Gorrotxategi (Donostia, Gipúzcoa, 31 marzo 1975). Licenciado en Derecho, ha colaborado en multitud de medios, tanto escritos como digitales y ha trabajado como guionista en series de la televisión.


Thursday, February 6, 2014

Xavier Villaurrutia Y mi voz quemadura

Y mi voz quemadura 

En medio de un silencio desierto como la calle antes del crimen
sin respirar siquiera para que nada turbe mi muerte
en esta soledad sin paredes
al tiempo que huyeron los ángulos
en la tumba del lecho dejo mi estatua sin sangre
para salir en un momento tan lento
en un interminable descenso
sin brazos que tender
sin dedos para alcanzar la escala que cae de un piano invisible
sin más que una mirada y una voz
que no recuerdan haber salido de ojos y labios
¿qué son labios? ¿qué son miradas que son labios?
Y mi voz ya no es mía
dentro del agua que no moja
dentro del aire de vidrio
dentro del fuego lívido que corta como el grito
Y en el juego angustioso de un espejo frente a otro
cae mi voz
y mi voz que madura
y mi voz quemadura
y mi bosque madura
y mi voz quema dura
como el hielo de vidrio
como el grito de hielo
aquí en el caracol de la oreja
el latido de un mar en el que no sé nada
en el que no se nada
porque he dejado pies y brazos en la orilla
siento caer fuera de mí la red de mis nervios
mas huye todo como el pez que se da cuenta
hasta ciento en el pulso de mis sienes
muda telegrafía a la que nadie responde
porque el sueño y la muerte nada tienen ya que decirse.

Xavier Villaurrutia