Corazones Tatuados
III
La noche se ha ido,
ha quedado un poco de muerte,
ella besa mi boca instalando ceniza.
Sé que aunque beba, la ceniza no me abandonará,
estará recordándome que existen diversas formas de
muerte.
Debería quemar mis naves
y hundirme.
IV
Oh Dios que sigues mis pasos,
que pisas mi sombra y no me dejas avanzar,
que me lanzas tu aliento
y no me permites respirar,
que invades mis sueños como mariposas
que en pesadillas me regalas rosas negras para morir
y polvo de estrellas para conocer del amor el rubor de la fruta
que confundes mi discurso,
que garabateas mis versos,
que oxidas mi vida.
Oh Dios que sigues mis pasos,
deja que corra desnudo tras el goce,
deja que muera ebrio,
deja que caiga al pozo donde me aguarda mi sombra.
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