Saturday, September 7, 2013

MARCELO VILLA NAVARRETE VI

VI 
En mis manos usted devenía en pluma, en camelia, en bolsa de té. De cada beso usted huía mas quedaba su sonrisa. Y una vez, la última, usted entró, buscó refugio en mis costillas. Corrí aullando entre campanarios y bocinas de automóviles: la sangre hervía y ya era tarde, siempre fue tarde: usted bebió silencio y no resbaló de mí. 

MARCELO VILLA NAVARRETE

No comments:

Post a Comment